Capítulo 27

• Nos vamos a Londres ahora mismo, haz tu maleta – y se fue hacia el piso de arriba

Volví a ver aquella imagen de sufrimiento y dolor, volví a ver a Niall tirado en el suelo inconsciente, como aquella vez que se calló por las escaleras minutos después de nuestro primer beso, no lo olvidaré nunca, solo fue por un estúpido juego, pero gracias a ese juego nos unimos más y más.

Me sentía angustiada, Nico bajaría en cualquier momento y no podía dejar aquí a Niall así, jamás me lo perdonaría.

Así que fui corriendo a por mi móvil, que estaba en mi bolso, el cual había dejado en la entrada al llegar ayer de la fiesta. Marqué el número de un taxi, lo más rápido que pude, intentando hacer el más mínimo ruido, sin que el idiota que estaba en el piso de arriba bajara ya.

Cogí a Niall de los hombros, como pude, le arrastré, lo más rápido y silenciosamente que podía, pesaba lo bastante como para que me costara moverle. Llegamos hasta la puerta y allí abrí, le dejé en el suelo y le dije al hombre del taxi que viniera a ayudarme, que se había echo daño y no reaccionaba. ¿Qué otra cosa podía decirle?, ¿qué mi novio estaba pegándole?, no.

Entramos en el taxi y le di la dirección del hospital, era a donde teníamos que ir, sin pensarlo dos veces, gracias a Dios Nico no se ha dado cuenta de nada, a saber como reaccionará al ver que me he ido... Con Niall.

Le metieron en una camilla dentro de una sala, no sabía qué iban a hacerle, pero aquella sensación de sufrimiento y desesperación que tuve la primera vez que estuvo en el hospital, la estoy teniendo ahora, solo que más fuerte. Mayores son mis ganas de entrar ahí.

Mi móvil sonó.

• ¿Dónde estáis puta? - me preguntó
• Dejame en paz, no vuelvas a meterte en mi vida, ¿entendido?
• Tú pagarás las consecuencias, te lo has buscado tu sola. En vez de quedarte conmigo, como tú misma me propusiste, te vas con él, dejándome solo
• Te lo mereces y solo te dije que volviéramos por asco, que no se te pase por la cabeza que jamás te he querido, porque estarías muy equivocado y menos después de lo que has echo

Le colgué, jamás me hubiera creído capaz de poder hacer eso, de poder decirle las cosas tal y como las sentía de esa manera. Siempre he sido sincera, con todo el mundo, siempre he dicho lo que pienso de cualquiera que me rodeaba, pero con él nunca fue así. En su día, sí, puedo admitirlo, le quise. Pero ni una mínima parte de lo que quiero a Niall.

Llamé a casa de los chicos para avisar de que estábamos en el hospital.

• ¿Quién? - preguntó una voz adormilada
• ¿Harry?
• Sí, ¿_____(tn)?, ¿qué quieres tan temprano?, sabes muy bien que ayer nos acostamos tarde...
• Estamos en el hospital
• ¿Qué?, ¿quién?, ¿estáis bien?
• Harry, Harry, Harry, para – le interrumpí – Pues eso, que estoy en el hospital, con Niall...
• ¿Qué pasó?
• Es largo de contar, mejor cuando os tenga cara a cara
• Vale, ahora mismo vamos todos, adiós

Fui a despedirme, pero salió un médico del pasillo por dónde habían metido la camilla donde iba Niall y corrí hacía él.

• ¿Cómo está? - pregunté un poco angustiada
• Siento decirle que... Ha muerto – el doctor agachó la cabeza

Dos latidos seguidos, tres pausados, uno... No volví a escuchar mi corazón, solo oía como gente me gritaba, pero nada más. Noté como flotaba en una nube, grande y esponjosa. No veía mucho, estaba como nublado, con niebla. No podía andar, mis piernas no me lo permitían.

Escuché algo...

Se paró.

Volvió a sonar...

Era una canción...

La recordaba perfectamente.

Se la había escuchado a Niall cantar en la ducha... Niall... Al recordarlo varias lágrimas cayeron de mis ojos, pasando por mis mejillas.

Aquella voz se volvió un susurro y mi oído intentaba escuchar más y más, pero conforme lo intentaba, menos oía, hasta que se paró.

• Sigue, sigue por favor – dije en un intento de que me oyera
• No me he ido, seguiré cantando para ti ahora y siempre – Niall, era él, estaba completamente segura, su voz me era inconfundible
  
  
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